jueves, agosto 10, 2006

Mañana si Dios quiere, el tiempo y la autoridad no lo impiden, los astros no se conjuran en nuestra contra, el mundo no se acaba y el excelentísimo señor Consul de Kazajstan en Madrid no decide lo contrario, empieza realmente nuestra aventura kazaja, el camino hacia nuestra niña que nos espera ya en algún lugar más o menos remoto de ese inmenso y desconocido país.

Mañana, por fin y salvo imprevistos y novedades de ultima hora, que haberlos, haylos, bien lo sabemos, tendremos en nuestras manos el expediente sellado, firmado, aprobado y bendecido por el Excelentisimo Señor Consul deKazajstán en Madrid para enviarlo a nuestro facilitador. ¡Cuantos nervios, desvelos, sellos, apostillas, euros, juramentos, sueños y esperanzas metidos en un sobre de DHL!. En ese envío irá el principio de la madeja de hilo rojo que nos une ya a Kaz, a su gente, a su paisaje y paisanaje, a su cultura, en ese sobre va la puntita del hilo que nos ata sin saberlo, sin sentirlo, a una niña de no sabemos que edad, que rasgos, que carácter ni que sentimientos, a una niña deseada y esperada, amada en la distancia, a una niña que espera sin saberlo, a una niña desconocida que está destinada a ser carne de mi carne, amor de mis amores, latido de nuestro corazón para el resto de nuestra vida.

Mañana, Dios mediante, empezamos a tirar de ese hilo rojo, de esa madeja larga y enredada que termina en una niña kazaja que nos espera ya sujetando con sus manos pequeñas la otra punta.

...Anda, que como al final sea un niño.....