Mañana si Dios quiere, el tiempo y la autoridad no lo impiden, los astros no se conjuran en nuestra contra, el mundo no se acaba y el excelentÃsimo señor Consul de Kazajstan en Madrid no decide lo contrario, empieza realmente nuestra aventura kazaja, el camino hacia nuestra niña que nos espera ya en algún lugar más o menos remoto de ese inmenso y desconocido paÃs.
Mañana, por fin y salvo imprevistos y novedades de ultima hora, que haberlos, haylos, bien lo sabemos, tendremos en nuestras manos el expediente sellado, firmado, aprobado y bendecido por el Excelentisimo Señor Consul deKazajstán en Madrid para enviarlo a nuestro facilitador. ¡Cuantos nervios, desvelos, sellos, apostillas, euros, juramentos, sueños y esperanzas metidos en un sobre de DHL!. En ese envÃo irá el principio de la madeja de hilo rojo que nos une ya a Kaz, a su gente, a su paisaje y paisanaje, a su cultura, en ese sobre va la puntita del hilo que nos ata sin saberlo, sin sentirlo, a una niña de no sabemos que edad, que rasgos, que carácter ni que sentimientos, a una niña deseada y esperada, amada en la distancia, a una niña que espera sin saberlo, a una niña desconocida que está destinada a ser carne de mi carne, amor de mis amores, latido de nuestro corazón para el resto de nuestra vida.
Mañana, Dios mediante, empezamos a tirar de ese hilo rojo, de esa madeja larga y enredada que termina en una niña kazaja que nos espera ya sujetando con sus manos pequeñas la otra punta.
...Anda, que como al final sea un niño.....
jueves, agosto 10, 2006
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